La biblioteca y librería dedicada a libros de arte abrió se encuentra en el barrio de Villa Crespo. Hay distintos talleres abiertos a la comunidad que van cambiando todos los meses.

Un grupo de artistas mujeres abrió Turma, una biblioteca y librería dedicada a libros de arte. En su web se define como una plataforma de educación, producción y difusión de la cultura visual latinoamericana. Charlamos con Guadalupe Arriegue, que nos contó todo acerca de este proyecto.
 
¿Qué es Turma?
 
Somos una asociación civil desde el 2018. Venimos trabajando juntas desde el 2016. La biblioteca, la librería/tienda y los talleres surgen a partir de un evento que se llama Festival de Libros de Fotografía y Afines que antes se llamaba Feria de Libros de Fotos de Autor (FELIFA) que tiene unos 20 años. La mutación del nombre se dio por el devenir de las publicaciones, editoriales, de las relaciones entre la fotografía y el arte del libro o arte y editorial o libro arte o foto libro, todas esas derivaciones pero sobretodo el medio editorial para publicar, alrededor de eso.
A partir de esa Feria, que la dirigía Juli Escardó, es que empezamos a armar Turma, con la idea de que no sea solo un evento de un momento si no que sea un proyecto a largo plazo. Ahí surge la biblioteca, en 2016.

¿Quiénes integran Turma?
 
Nosotras somos todas artistas, fotógrafas, docentes. Una de las integrantes viene de la FADU (Facultad de Arquitectura), otra viene de Bellas Artes, otra de Púan (Facultad de Filosofía y Letras), otra de Gestión Cultural, nos vamos complementando. Hay algo en relación a la foto, el mundo del foto libro es algo que desde hace unos años está circulando mucho más, son libros, ¿Qué diferencia hay entre un libro y un foto libro?, nos preguntamos. Nuestra biblioteca es muy especializada, venir acá es un buen viaje.
Turma se llama así porque significa grupo, banda, pandilla en portugués. La idea es eso, ser grupalidad.
 
¿Cómo armaron la biblioteca?
 
La fuimos juntando nosotras. Juli tenía una colección de libros que le llegaban por ser difusora, ahí teníamos bastante. Cuando inauguramos en 2016, Sara Facio nos donó la colección de La Azotea (N. R. en 1973 las fotógrafas Sara Facio y María Cristina Orive de Guatemala fundaron La Azotea, Editorial Fotográfica de América Latina para difundir y promocionar la obra de fotógrafos latinoamericanos).
Sara es la madrina de la biblioteca. Así arrancamos, teníamos unos 500 libros. Luego vino el Festival en 2018 y después empezamos a recibir donaciones de las personas que hacen los libros. La colección creció, ahora tenemos 2.000 libros, muchos son de la última ola de libros de foto. También pueden ser de pintura porque la foto tiene eso de que entra en todos lados, es todo. De repente tenemos libros que son de pintoras. Tenemos libros nacionales, latinoamericanos, pero también de todo el mundo porque como tenemos un premio internacional, nos llegan libros de todo el mundo. Pero Latinoamérica es nuestro fuerte por el tráfico natural de las fronteras (risas).
 
¿Dónde estaban antes de tener este espacio? 
 
Estuvimos en varios lugares. Al principio en Núñez, la llamábamos La Siberia, era un taller muy grande, pero era medio conflictivo para gente que quería llegar como algunos que venían de La Plata. En ese momento teníamos un programa de artistas.
Después pasamos a un centro cultural que se llama Oi Hoy, que queda en Villa Ortúzar. Hasta que en 2020 hicieron una reforma en la casa y además vino la pandemia y todo eso nos terminó de sacar. Hicimos dos años de biblioteca de garaje, en la casa de una colega, luego pasamos al local de Camarones y Trelles en Villa Mitre y ahora estamos acá, en Villa Crespo.

   
¿Cómo surge FELIFA?
 
FELIFA se creó en 2002. Se hace cada dos años desde que organizamos el premio internacional, para que puedan participar más libros. También está el premio publicación. Este año se va a hacer en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti en noviembre, siempre es alrededor de ese mes.
FELIFA sigue teniendo la misma sigla, solo que fue cambiando los nombres adentro. Porque primero fue feria, después creció y no solo era feria si no que fue exposiciones de varios días, charlas, y mucha gente haciéndolo, como un proyecto colectivo que devino más en festival. Después cambió el ‘De Autor’ porque en el primer premio internacional que organizamos, el libro que ganó el primer premio, con un jurado en el que estaban Luis Weinstein de Chile, Pablo Ortiz Monasterio, fotógrafo mexicano y Lucrecia Martel por Argentina; el libro que ganó no tenía autor, no había fotógrafo, era el archivo de un chico y los editores hicieron el libro y ganaron. Ahí tuvimos que cambiar por Festival de Libros de Fotografía, Afines y Artes Gráficas.
Creo que la idea de autor viene un poco porque en 2002 todo era ‘ropa de autor’, ‘comida de autor’, ‘foto de autor’, como una forma de llamarle a algo, pero eso cambió, ahora podemos llamarlo de mil maneras distintas, por suerte.
También cambió mucho la posibilidad de imprimir. Ahora se puede ir a la gráfica y tener algo de buena calidad a un precio accesible. Ahora está el tema de la crisis del papel y está todo carísimo pero es muy de la cultura ‘hazlo tu misme’, ‘hazlo con otres’, con fotocopiadora.      
     
Contacto:
www.somosturma.com
Instagram: @somosturma
Scalabrini Ortiz 532, Villa Crespo